Un parto podálico se refiere un parto en el que la cabeza del bebé adopta la posición podálica, es decir, sentada, y el niño aparece colocado con los pies hacia abajo lo que hace que el parto se dificulte y sea necesario en muchos casos acudir a una cesárea programada. Se presenta en la pelvis materna la pelvis fetal en estos casos, y puede ser pélvica completa o incompleta.
Esta circunstancia del parto podálico sucede principalmente cuando el bebé es pequeño y ocupa todo el espacio del útero, aunque en muchos casos se desconoce por qué sucede. También puede suceder en casos de embarazos gemelares. Aunque se desconocen las causas en la mayoría de los casos pueden ser maternas, fetales y ovulares. Las maternas son por problemas o circunstancias de la madre; las fetales pueden ser por feto muerto, prematuro, gemelar u otros; y las ovulares pueden ser por inserción placentaria baja, cordón corto, polihidramnios y oligohidrammnios tempranos.
En cualquier caso es necesario que se intervenga lo antes posible para evitar sufrimiento del feto y sea un parto conducido al que le deben prestar atenciones ya que es una circunstancia no presentada con regularidad. Lo habitual es realizar una cesárea, aunque hay ocasiones, las que menos, en que se puede realizar un nacimiento vaginal. Lo que es importante es que sea un parto controlado.
Esta situación se presenta en el 3% de los casos, aunque es un porcentaje pequeño no por ello deja de ser importante. Hay que tener cuidado en estos casos y detectarlo lo antes posible.
