Según el Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra, la medición de la longitud del cuello del útero debe ser un nuevo protocolo habitual de controles del embarazo que se puede utilizar para identificar el riesgo del parto prematuro en las mujeres. Este nuevo protocolo se debe controlar en todas las pacientes aunque no tengan embarazo de riesgo, ya que permitirá conocer si existe o no un mayor riesgo de parto prematuro.
La misma CUN ha comunicado que la medición de la longitud cervical revela que en las pacientes que tienen un cérvix corto detectado a la mitad del embarazo, el tratamiento con progesterona vaginal reduce las posibilidades de un parto prematuro o pre-término. De esta manera, es muy importante poder controlar esto, según afirma también un estudio internacional realizado.
Este estudio ha comparado y valorado mediante ecografía sistemática a dos grupos de mujeres con acortamiento precoz del cérvix, tratando a un grupo con progesterona y al otro no.
Esta medición se debe hacer mediante ecografía en las mujeres embarazadas entre las semanas 20 y 23 del embarazo, a medio embarazo, y debe ser una prueba habitual en el control de cualquier embarazo.
Esto sería un avance muy importante en el campo de los embarazos, ya que un bebé nacido prematuramente es uno de los riesgos de complicaciones, muerte o secuelas del recién nacido. Con este nuevo control y tratamiento se podría reducir las posibilidades de tener un parto prematuro hasta la mitad de los casos, un porcentaje bastante elevado que puede salvar muchas vidas y facilitar otras, siendo el parto prematuro un problema importante en muchos casos. Siendo este un aspecto muy importante, la clínica lo incorpora como un protocolo habitual en el embarazo, esperando que esto se incorpore en todas las embarazadas.