A partir de la semana 38 del embarazo, o incluso un poco antes, se debe ir planificando todo lo que se tiene que tener en el momento del parto.
Hay que pensar lo que se va a llevar en el bolso, lo que es necesario para el hospital tanto para la madre como para el bebé una vez nazca, y también lo que va a necesitar la persona que acompañe si se queda allí.
Hay que tener a mano ciertos números telefónicos o datos de contacto: los de la obstétrica, el médico, el pediatra y la clínica. También se debe tener a mano números que se vayan a necesitar, de familiares cercanos e incluso de algún taxi.
Hay que pensar en la ropa, en los elementos necesarios, los elementos de limpieza, pañales, pijamas, zapatillas, los papeles y documentos, el acta matrimonial, el seguro médico, etc. Ya hemos comentado anteriormente qué llevar a la hora del parto al hospital.
Se recomienda llevar dinero por si surge algún gasto imprevisto y también es interesante llevar una cámara de fotos para grabar las primeras imágenes.
Estar lista para el parto no es sólo tener todo lo necesario, sino también sentirse bien y estar preparada. Para ello se necesita haber dado clases de preparación del parto, haber aprendido a respirar y ejercicios de relajación y encontrarse en buen estado de ánimo. Es muy importante poder contar con el apoyo de la pareja, familia, amigos y todos los que rodean a la futura madre.
No debe faltar nada para ese gran momento, en ningún sentido, ya que esto podría dar lugar a nerviosismo. Por eso mismo, aunque pueda parecer una tontería, se debe anotar unos días antes lo que se va a necesitar y lo que se tiene preparado, repasando la lista cada día para ver si falta algo.