Las contracciones son movimientos intermitentes e involuntarios de relajación-tensión de la fibra muscular uterina, como respuesta a la presencia durante el parto de una hormona de nombre oxitocina.
¿Para que sirven las contracciones?
La actividad de contracción resulta especialmente importante en el momento del parto ya que son las encargadas del ensanchamiento del cuello del útero para que el bebé pueda salir por él. En casos en los que las contracciones sean inexistentes o con poca capacidad para provocar la dilatación del cuello del útero, se le proporciona a la mujer una hormona llamada oxitocina a través del gotero, para acelerar de esta manera o provocar un el ritmo adecuado en el progreso del parto.
Las contracciones no son específicas en el momento del parto. Se producen contracciones a lo largo de todo el embarazo. En algunas ocasiones, estas contracciones se aprecian como un endurecimiento de la barriga. Suelen hacerse más intensas a medida que se aproxima el parto, sobre todo a última hora del día o cuando la mujer realiza algún tipo de esfuerzo físico, y en la mayoría de las ocasiones van acompañadas de dolor lumbar.
En el momento del alumbramiento, las contracciones uterinas ayudan a expulsar la placenta a los 10 minutos de haber dado a luz al recién nacido. Suelen ser contracciones menos dolorosas y más suaves.
Después del parto, el útero tiene que encogerse e involucionar, hasta alcanzar el tamaño anterior al embarazo. Esta involución se lleva a cabo a través de un tipo de contracciones distintas llamadas entuertos. Si la madre le da el pecho al bebé, estos entuertos suelen ser dolorosos, ya que la succión estimula la producción de oxitoxina que estimula la contracción de involución. Este proceso tiene una duración aproximada de unas 6 semanas.