La fecundación in vitro es una técnica de fecundación asistida por la cual la fecundación de los ovocitos por parte de los espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la mujer. Es una de las técnicas de fecundación asistida más conocidas, sobre todo cuando otras técnicas no han tenido éxito.
La fecundación in Vitro es una técnica bastante impersonal para tener hijos pero sin duda necesaria para muchas parejas que pueden tener hijos y no pueden, que han utilizado otras técnicas de fecundación y no han funcionado, una técnica que inicialmente se utilizaba para superar infertilidad por problemas en las trompas de Falopio pero que más tarde se descubrió que podía servir para otros casos de infertilidad.
La fecundación in Vitro se inicia el tercer día de menstruación en que se realiza un régimen de medicación con el objetivo de estimular el desarrollo de folículos múltiples en ovarios, en muchos casos siendo necesarios 10 días de inyecciones. Después se van haciendo los demás procesos de la fecundación in Vitro hasta que el resultado se convierte en un embarazo.
Por medio de un control hormonal del proceso ovulatorio se extraen los ovocitos de los ovarios de la madre con el objetivo de permitir que los espermatozoides sean fecundados en medio líquido. El ovocito que ha sido fecundado se acaba transfiriendo al útero con el objetivo de conseguir un embarazo.
Los problemas que pueden surgir en la fecundación in Vitro son el síndrome de hiperestimulación ovárica y embarazos múltiples, debido a la estimulación ovárica, o abortos naturales y embarazos ectópicos.
Es una técnica que puede ser exitosa la primera vez, pero que en muchas ocasiones es necesario repetir.