Los cambios en la piel son habituales en el embarazo, de hecho son muy comunes e incluso normales en muchos casos por lo que en la mayoría de los casos no se deben a ninguna enfermedad. Pueden ser debidos a cambios hormonales, inmunológicos y metabólicos.
Los cambios en la piel más importantes pueden ser por hiperpigmentación cutánea generalizada, oscurecimiento de genitales externos o pezones, melasma, pigmentación, línea nigra, hipertricosis, nevi aranei y estrías de embarazo. Pero también las erupciones cutáneas en el embarazo son uno de los problemas más comunes.
Las erupciones cutáneas más habituales son el herpes gestacional y la urticaria.
El herpes gestacional puede ser debido a anticuerpos anormales que reaccionan contra los tejidos del cuerpo. La urticaria, de causa desconocida, trae manchas con picor e incluso ampollas. Ambos requieren de corticoides en crema, o vía oral en casos más graves, aunque los ha de dar un médico. Se recomienda ir al médico en este caso, ya que se pueden presentar complicaciones.
En ocasiones, la erupción cutánea puede extenderse por todo el cuerpo. En muchas ocasiones también tiene manchas rojas en la piel.
Las lesiones cutáneas principales son ampollas, máculas, pápulas, nódulos, vesículas, ampollas, placas, habones o ronchas y pústulas. Las secundarias son escamas, úlceras, costras, defectos cutáneos o cicatrices. Además, pueden ir acompañadas de otros síntomas como dolor, fiebre o picor.
En la mayoría de los casos los cambios de la piel suelen desaparecer poco después de nacer el bebé, por lo que en ocasiones no es necesario tomar medidas a mayores a menos que lo indique un médico. Lo que sí es que no hay que preocuparse, al menos en la mayoría de los casos, porque es algo normal, aunque sí se recomienda consultar en caso de dudas en la próxima visita al médico.