Las hemorragias nasales pueden suceder en cualquier fase de la vida, aunque se pueden presentar con más frecuencia en el embarazo por el aumento del riego sanguíneo que ejerce mayor presión sobre los vasos sanguíneos en la nariz.
Suele presentarse sobre todo en el tercer trimestre del embarazo, cuando hay más cambios que pueden dar lugar a esto. Aunque puede presentarse en cualquier momento, y lo que es más importante es que es una molestia común en el embarazo, que afecta a muchas mujeres.
El hecho de tener algo de sangre en la nariz no suele presentar mayores complicaciones, de hecho puede aumentar cuando las membranas de la nariz de secan por aire acondicionado u otras circunstancias, o en caso de resfriado.
En caso de que la nariz sangre, hay que sentarse y mantener la cabeza en alto ejerciendo presión sobre el orificio nasal al menos 5 minutos. También puede ser buena la aplicación de hielo pero sin inclinarse hacia atrás. A los 10 minutos se puede probar otros 10 más, pero después de 20 minutos sin solución ni con presión ni hielo se debe consultar con el médico.
Para evitar las hemorragias nasales en el embarazo, se debe beber mucho líquido para mantener la mucosa bien hidratada, utilizar lubricante para la sequedad nasal, evitar el aire seco y mantener la boca abierta cuando se estornuda, entre otras recomendaciones.
Hay que tener en cuenta que las hemorragias frecuentes pueden dar lugar a anemia, y esto es peligroso en el embarazo, aunque esto en los casos más extremos. Generalmente las hemorragias nasales no traen complicaciones importantes. Sólo hay que cuidarse un poco para así evitar estas molestias y sentirse mejor en el embarazo.
